Los gases industriales son un grupo de gases manufacturados con determinadas funciones y aplicaciones en distintas materias y áreas laborales. Estos gases, en todos sus estados son necesarios para cualquier rama de la industria como su nombre indica, industria química, alimentaria, conservación de medio ambiente… Se utilizan en procesos industriales, como la fabricación de acero o fertilizantes, como semiconductores, y se encuentran en el aire que nos rodea: argón, dióxido de carbono, helio, hidrógeno, nitrógeno y oxígeno. La mayoría de las veces se encuentran reactivos o inertes y al mezclarse sustentan la vida y se usan para los procesos industriales mencionados, provienen de ambientes que favorecen reacciones químicas y sirven como materia prima para la obtención de muchos productos.
El oxígeno, el nitrógeno y el argón se producen de la separación del aire, el dióxido de carbono surge de varios procesos químicos. El elemento raro es el helio, que aparece en las cortezas terrestres. Los que reaccionan con los demás elementos son los gases oxidantes (oxígeno y dióxido de carbono) y estos se utilizan para mezclar y explotar los gases atmosféricos para finalmente transformarlos en procesos industriales.
Estos gases pueden ser orgánicos o inorgánicos independientemente del estado en el que se puedan formar, el proceso en cuestión se realiza en empresas especializadas. Se obtienen del aire en el proceso de separación ya mencionado o por síntesis química. El método criogénico no contaminante que ayuda a producir estos gases del aire, lo ideó Carl von Linde hace más de un siglo. Tras la supresión de las interferencias del vapor de agua, las partículas, y el dióxido de carbono, el aire se comprime y refrigera a bajas temperaturas, se licúa y se separa por destilación fraccionada en: oxígeno, nitrógeno y argón.
Existen ejemplos como el hidrógeno, que se obtiene a partir de una reformación de vapor de agua, gas natural y otros hidrocarburos ligeros. Se puede obtener también hidrógeno de gases que resultaron de refinerías y electrolisis de la química del cloro. El dióxido de carbono se puede obtener a través de yacimientos subterráneos naturales, y se utiliza en la industria química y alimentaria.
En general, los gases industriales se usan para distintos fines, aunque la mayoría se concentra en el acero y los fertilizantes, podemos examinar cada uso brevemente:
En laboratorios de investigación e incluso como gases medicinales. Son imprescindibles para muchos procesos de diagnóstico y tratamientos modernos. Por ejemplo: soportes respiratorios en los hospitales, agentes analgésicos en tratamientos, e incluso para diagnosticar o tratar. Dentro del ámbito médico, también se utilizan para calibración de equipos médicos de hospitales o centros sanitarios. Por supuesto, los gases utilizados en estos ámbitos deben cumplir una serie de requisitos de calidad y seguridad altos. En la metalurgia, los gases industriales son imprescindibles, sin el oxígeno no podríamos fabricar y refinar el acero, y el argón se utiliza en procesos siderúrgicos. Tratar el acero y sus aleaciones requiere el uso de atmósferas controladas por hidrógeno y nitrógeno, así como algunos materiales novedosos como polímeros y compositos dependen de la presencia de estas atmósferas controladas o inertes en el caso de rayos láser y superconductores. La industria química, la refrigeración y aire acondicionado, tratamiento de aguas y suelos… Los gases también son útiles para procesos de mantenimiento del medio ambiente, el uso de tecnología ecológica se está viendo favorecido por el uso de estos gases.
Existen numerosas empresas que producen gases industriales a nivel global, como Air Liquide, Aga, Praxair, Cryoga… El uso de gases industriales en las industrias química y petroquímica ha aumentado para mejorar la productividad de los procesos, mediante un mejor control y seguridad. Los gases industriales se utilizan en actividades tan comunes como congelar, soldar, en cualquier parte del mundo y por ello son una fuente de utilidad.
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