Menorca enamora, a cada paso, en cada rincón, sus calles, sus gentes y, sobre todo, su historia.
Información general sobre Menorca
Esta isla española, que pertenece al archipiélago de las Islas Baleares tiene más de 67.000 habitantes que se denominan menorquines dentro de una extensión de 701 km cuadrados.
La capital de esta región es Mahón, que es considerada una de las ciudades más atractivas de todo el mediterráneo. Además de esta ciudad, Menorca conforma otras poblaciones en su interior como Alaior, Cuitadella, Ferreries, Es Castell, Sant Lluís, Es Mercadal y Es Migjorn Gran.
Considerada por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) como Reserva de la Biosfera en 1993, su nombre se remonta a la época romana.
Historia de Menorca
Lugar de paso de las diferentes culturas a lo largo de los años, así ha sido considerada Menorca. Desde la prehistoria hasta la actualidad, gracias a su situación estratégica ubicada en pleno centro del Mediterráneo occidental.
En la antigüedad, esta isla era zona portuaria de refugio y escala para viajar a otras zonas del mundo, siendo así lugar de descanso de muchas civilizaciones que han dejado tras de sí un rico legado histórico en la isla.
Un amplio patrimonio ha sido conservado de esta presencia humana durante siglos en Menorca, una tierra que, desde la Edad de Bronce (2.000 Ac), momento en el cual se contrasta presencia humana en la isla. Más tarde, sobre el 1.400 Ac, se realizaron varias construcciones en piedra, o talayots, que aún se conservan, para dar reconocimiento y recuerdo a un periodo rico de la prehistoria isleña.
Con la presencia de los romanos en la isla, cerca del año 123 Ac, esta isla comienza a formar parte de este imperio y surgen tres ciudades tras de sí como zonas portuarias muy importante: Mago (Maó), Jamma (Ciutadella) y Sanisera (Sanitja).
La historia tras los romanos
Tras el declive de esta civilización tan importante en nuestro país, y en la isla de Menorca, se sucedieron otras invasiones posteriores, sobre todo protagonizadas por los vándalos y los bizantinos, periodo de confluencia que acabó a principios del siglo X con su incorporación como parte del imperio islámico.
Menorca fue, a partir de este momento, parte importante dentro del emirato de Córdoba, y varios años después, vinculada al reino taifa de Denia.
Tuvieron que pasar cerca de 400 años dominados los menorquines por los musulmanes hasta que, en el año 1287, el rey cristiano Alfonso III el Liberal realiza su conquista en la isla de Menorca y la incorpora al reino de Aragón. Esta unión no dura mucho tiempo, y este mismo rey pasa esta zona al reino de Mallorca con posterioridad.
Durante los años posteriores, concretamente el periodo que conforman los siglos XIII y XVIII, la isla de Menorca comienza a atesorar grandes e importantes joyas que irían conformando su patrimonio arquitectónico y artístico que podemos encontrar hoy día.
Aunque, no es todo lo que en esa época se reunió, lo que podemos ver actualmente, pues en el siglo XVI Menorca recibió continuos ataques de piratas que derivaron en destrucción e inestabilidad en la isla que casi llegó a quedar como zona abandona y destruida por completo.
A pesar de esos años de sufrimiento, esta isla consiguió resurgir y continuar su evolución, viéndose frustrada de nuevo tras varios ataques posteriores e involucrada en los avatares europeos en el siglo XVIII.
En 1713 pasa a formar parte del reino inglés, dominio que duró 100 años en los que se promovieron importantes obras públicas.
Tras este periodo, esta isla se convirtió en una zona más cosmopolita gracias a las continuas llegadas de extranjeros a sus puertos, concretamente al de su capital, Mahón, que en sus primeros años fuer puerto franco.
Entrando en el siglo XX, Menorca tuvo que vivir, al igual que toda España, las idas y venidas de lo que aconteció durante la Guerra Civil Española de 1936 a 1939. Tras estos enfrentamientos, Menorca comenzó a crecer y a ser reconocida como zona de turismo, teniendo su punto más importante de crecimiento en los años ochenta, donde se comenzó un aumento que continua a día de hoy.