El reciclaje doméstico con fines decorativos se ha convertido en tendencia desde hace algunos años. Al igual que la moda vintage o la producción de prendas con materiales respetuosos con el medio ambiente, reciclar objetos para darles un nuevo uso dentro de nuestro hogar es otro de los movimientos que vienen a sumarse a la cada vez más presente corriente ecologista. En este artículo nos centraremos en una parte concreta de nuestra vivienda: el jardín.
Decora tu jardín con elementos reciclados
Independientemente del jardín que poseamos (las siguientes ideas pueden servir también para una terraza o incluso un pequeño balcón), la reutilización de objetos decorativos no solo dotará a tu zona verde de una mayor alegría, sino que te permitirá ahorrar dinero y servirá para que trabajes con tus manos y con tu imaginación. Esto último puede ser uno de los mayores alicientes, ya que idear y construir manualmente nuevas estructuras, sumado al contacto con las plantas, operará un efecto terapéutico de considerable beneficio para tu salud y bienestar.
El primer paso es sencillo: comienza a acumular elementos compuestos por materiales no degradables, atendiendo al tamaño de los mismos. Asimismo, comienza a visualizar en tu mente qué es lo que quieres construir, teniendo sobre todo en cuenta el tamaño del que dispones en tu jardín. Los elementos más recurrentes suelen ser de tamaño pequeño y mediano, y el material más utilizado el plástico. Esto último se debe tanto a la abundancia de dicho material en nuestro día a día como a la resistencia del mismo frente al sol y la lluvia.
Macetas recicladas
Las macetas elaboradas con objetos reutilizados son el elemento estrella de todo jardín reciclado, sobre todo si consideramos una maceta como “todo aquel recipiente que aloja las raíces de una planta”. Así, la cantidad de elementos que podemos reutilizar es casi infinita. Los objetos que suelen dar más juego son las botellas y garrafas, dada su abundancia y lo fácilmente manipulables que resultan.
En primer lugar, debemos cortarlas atendiendo al tamaño requerido. Asegúrate de que, en la medida de los posible, todas las botellas que vayan a estar juntas tengan un corte similar, de cara a obtener un conjunto lo más armónico posible. Dependiendo de cada gusto, puedes optar por dejarlas en su estado natural (transparentes) o pintarlas. Si te decantas por esta última opción, los colores vívidos alternados suelen dar muy buen resultado. También puedes jugar con las escalas cromáticas para obtener un bonito efecto degradado.
Otros objetos reconvertibles en macetas pequeñas son los botes metálicos, los zapatos y zapatillas viejos, las botas de agua, los bolsos (de cuero o de plástico) y los neumáticos. Al igual que con las botellas, puedes optar por dejarlos en estado crudo o pintarlos. Te aconsejamos que agrupes los elementos similares por zonas, de cara a obtener una mayor sensación de simetría y coherencia visuales. Asimismo, te animamos a que pruebes a colgar algunos de estos objetos (bien de la pared, bien con cadenas o hilos de grosor y resistencia contundentes).
Muebles reciclados
El otro grupo de objetos atractivos para tu nuevo jardín son los muebles. En este conjunto incluimos los palés, cuyo peso ligero y esqueleto desnudo permiten que podamos utilizarlos de multitud de maneras. Su uso para construir jardines verticales ya se ha convertido en todo un clásico. Pero vayamos un poco más allá. ¿Tienes armarios o sillas viejos? Sácalos al jardín y dales un nuevo uso. Sobre todo sirven como repisas para macetas pequeñas y medianas, aunque con algo de maña e ingenio podemos conseguir formas y estructuras coloridas e increíbles. Por ejemplo, puedes usar los cajones de una cómoda como maceteros, y colocarlos de manera que tus plantas caigan en forma de cascada.
En definitiva, los límites a la hora de construir tu jardín con elementos reciclados los pone tu mente. Ahí van unos cuantos objetos más susceptibles de pasar a formar parte de tu nueva y original jungla: lámparas, flexos, bicicletas, retretes, bañeras, instrumentos musicales, lavadoras, etc. La lista es casi infinita. Solo un consejo importante para acabar. Ten mucho cuidado a la hora de utilizar objetos de cristal, ya que el calor que acumulan y el reflejo provocado por el contacto directo con el sol pueden resultar nocivos para las plantas.