Menorca es una isla llena de encantos y singularidades. Y, de entre todos ellos, no podemos pasar por alto su gastronomía ni su riqueza vinícola. A los amantes de la isla, nos resulta inevitable pensar en ella sin rememorar la exquisita sencillez de sus vinos.
La variedad más típica de los vinos de Menorca son los tintos de Merlot y Cabarnet Sauvignon. Ambos destacan por su color cereza brillante, sus aromas a frutas rojas y un sabor estructurado y equilibrado, pero sus singulares matices los distinguen a los unos de los otros.
Por otro lado, para los amantes de los blancos, es imposible eludir la variedad monovarietal de Malvasía: exquisitos vinos de color amarillo pálido en los que destacan los aromas vegetales y florales, unidos a un sabor fresco e intenso.
Sin olvidarnos de otro excelente blanco monovarietal: el Chardonnay, cuyos vinos se caracterizan por notas de frutos secos, unidas a aromas tan curiosos como el plátano o la piña tropical.
Aunque es difícil elegir, te proponemos que en tu próximo viaje a la isla te dejes sorprender por nuestra pequeña selección, en la que hemos recogido algunos de los vinos que cuentan con la denominación “Vi de la terra de l’illa de Menorca” (“vino de la tierra de Menorca”), que es la indicación geográfica protegida que, desde el año 2002, garantiza la calidad y procedencia de los vinos tradicionales de Menorca.
¿Preparados? Esta es nuestra pequeña selección de vinos de Menorca:En primer lugar apostamos por el Hort Melort de la Bodega Hort Sant Patrici.
Este vino, elaborado totalmente con uva Merlot, ha gozado de reconocimiento a nivel mundial, siendo galardonado con la medalla de oro en la `International Wine Challenge Catavinum´ 2012 y con la medalla de plata en la 19ª edición del ‘Concours Mondial de Bruxelles’, también en 2012. Es un vino de tono granate, con un ligero toque a lavanda, a frutas negras silvestres y con la particularidad de dejar un sutil recuerdo a regaliz. Su sabor es fresco, con un punto de dulzura. Y es un vino perfecto para acompañar, por ejemplo, a un arroz de la tierra, típica receta menorquina. Otra de nuestras propuestas para los apasionados del tinto es el Ferrer de Muntpalau Vermell de las Bodegas Menorquinas.
Esta Bodega fue pionera en la reintroducción del vino en la isla en el año 1987 de la mano de Crispin Mariano Vadell, y además fue la primera Bodega en utilizar la Indicación Geográfica Protegida “Vi de la terra de l’illa de Menorca”. Todos estos hitos que engloban a la bodega, hace que todos sus vinos cuenten con un especial encanto histórico.
El Muntpalau Vermell, en concreto, es un vino tinto elaborado con variedades nobles de las uvas Merlot y Cabernet Sauvignon. Un vino con muchos contrastes, conservado en barrica de roble; por lo que tiene un carácter fuerte pero que a la vez resulta muy sutil.
Posee un llamativo color rojo cereza con ciertos toques violáceos, su aroma es intenso con notas afrutadas y un ligero recuerdo a yogur de frutos rojos y su sabor es dulce, pero muy fresco, volviendo a recuperar en nuestro paladar esa pincelada a frutos rojos.
Para poder disfrutar de todos sus matices, os recomendamos acompañarlo junto a una selección de quesos artesanales o un combinado de embutidos de queso Mahón y sobrasada.
Y nuestra última sugerencia, en este caso de uva blanca, es el Vino Blanco Binifadet de las Bodegas Binifadet, bodega de larga tradición familiar que comenzó a comercializar sus vinos en el año 2004. Este vino, el Blanco Binifadet, es un vino varietal elaborado con uva Chardonnay, de color amarillo dorado pero con ciertos reflejos en tonos verdes. Posee unos aromas primarios muy marcados, propios de esta variedad de uva: plátano, piña junto a sutiles notas de frutos secos y también a frutas maduras, como el melocotón. En el paladar proporciona una divertida mezcla entre ácido y dulce, dejando un sabor muy fresco y aterciopelado. Creemos que es un vino perfecto para disfrutar de unos exquisitos berberechos al horno o de una buena caldereta de langosta