El espacio que habitamos tiene repercusión en nuestra personalidad y en nuestro estado de ánimo. Es habitual sentir desasosiego cuando vemos una habitación desordenada, así como sensaciones variadas al entrar por primera vez a una casa ajena. De ahí surgen adjetivos para ese espacio según lo que nos haga sentir, por ejemplo, acogedora.
El diseño de interiores es, por tanto, un arte que afecta a nuestro humor en base a los colores, la iluminación y la disposición de los elementos. Si quieres saber las ideas que trae consigo este año 2019 sigue leyendo. Estilo Nórdico
Se trata de un estilo que ha ido ganando cada vez más adeptos en los últimos años. Está influenciado por las duras condiciones climáticas de estos países. El frío propicia la búsqueda de espacios confortables y la escasez de iluminación obliga a potenciar al máximo la poca luz disponible.
Uno de los elementos que ayudan a potenciar la iluminación es el color blanco. Este tono refleja la luz más fácilmente que los colores oscuros. Adicionalmente, genera una sensación de amplitud que tu cerebro agradecerá inconscientemente.
Los tejidos suelen ser cálidos para contrarrestar el frío, algo que dará el toque acogedor entre tanto color claro. Además, es muy común el uso de madera como material para suelo y paredes, debido a sus excelentes cualidades térmicas.
Este estilo también se caracteriza por la funcionalidad y las líneas rectas. La sensación de sencillez es constante, lo poco que se dispone en el hogar tendrá un sentido, una función. También recurrente la percepción de estabilidad que las líneas producen. Todo está en su sitio. Estilo minimalista
Menos es más. Se trata de simplificar al máximo la parafernalia del lugar. Reducir a lo esencial los objetos para crear una amplitud de espacios en su más alto exponente. Las sensaciones son agradables: orden, sosiego, holgura y elegancia.
La sensación de espacio predomina gracias a la separación entre muebles. Siempre se intenta dejar a los objetos respirar, alejándolos de otros, creando de esta manera una impresión de espaciosidad incluso para los hogares no tan amplios.
Elegancia, esta es otra de las palabras clave de esta estética. Pueden crearse modernos espacios muy elegantes gracias a los colores y la disposición de los elementos.
Al contrario de lo que se pueda pensar, el minimalismo no crea espacios aburridos, sino que se trata de jugar con los pocos elementos que haya, tales como texturas, muebles y decoraciones.
Para mentes desordenadas, sin duda este toque de organización pondrá las cosas mucho más fáciles. Se trata de ambientes que contribuyen especialmente a la creatividad. Decoración étnica o Boho Chic
Un estilo que está de moda es la mezcla de estilos y mobiliario con toques étnicos de diferentes culturas. De esta manera podrás sentirte en varios lugares del mundo sin salir de casa.
Suele combinar elementos naturales con toques bohemios culturales, transmitiendo paz y armonía y un toque de calidez.
El primer elemento imprescindible serán las alfombras. Sí, en plural. Lo normal será impregnar la casa con varios de estos tejidos, de distintos estilos no necesariamente similares ni de la misma cultura. Todo ello aportará un toque de color y calidez, a la vez que hará tus pasos descalzos más agradables.
Los colores vibrantes nutren de alegría este estilo decorativo, lo cual aporta un toque de gran fuerza e intensidad al hogar. Para que todo este mix no exceda lo estridente, las superficies como paredes y techo suelen basarse en colores neutros. Así se consigue un contraste de equilibrio entre los muebles y objetos decorativos por un lado, y las superficies básicas de la casa por otro.