Los caballos son los animales domésticos preferidos en Menorca, ya que el hombre, en perfecta armonía con el paisaje, ha sabido conjugar a la perfección el papel del caballo haciéndolo protagonista tanto de las actividades agropecuarias, como de su participación en las fiestas populares.
Esta raza autóctona sorprende por su corpulencia y el característico negro azabache en su capa, además de su increíble serenidad ante el jaleo de la fiesta, manteniendo la calma pase lo que pase.
El caballo menorquin fue reconocido oficialmente como raza autóctona en 1989. Debe ser totalmente negro, esbelto, de ojos redondos y mirada viva, musculoso y potente, de extremidades largas, carácter noble, bello porte elegante, enérgico y potente.
La Asociación de Criadores y Propietarios de Caballos de Raza Menorquina trabajan para mejorar genéticamente esta raza tan apreciada en criadores europeos, sobre todo catalanes, alemanes e italianos.
La raza, según los últimos estudios, es de origen berberisco, y es de los pocos caballos totalmente negros que se conservan en Europa.